Mi vida es un constante:
Despertar una y otra y otra vez con la misma sensación de vacío, de perdida, de nada. Tener la mirada perdida, fingir escuchar a las demás personas, tener un "estoy bien" en la punta de la lengua y una sonrisa fingida. Pasar horas pegada a unos audífonos o a un libro. Pasar horas en vela. Perder el apetito de un momento a otro. Sonreír y decir "si" para no entrar en detalles. Pensar.
Mantener la esperanza de que todo cambiara en un determinado momento y volverás a ser la misma persona alegre y viva de antes pero no pasa. Que llegue una persona que milagrosamente te saque de ese hueco.
Buscar desesperadamente algo en lo que ocupar tu mente para mantener pensamientos y sentimientos
negativos a raya.
Escuchar la misma música triste de siempre.
Muchas veces no estoy feliz, ni triste, solo perdida. Ya nada me importa como un día lo solía hacer. Ya nada me duele como antes, llega un momento donde no sientes nada.
Se ha convertido en una maldiga rutina y ya no lo soporto.
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